Silvia Núñez Esquer
Comisaría Miguel Alemán, Sonora | 19 de octubre de 2025
 
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| Mujeres triquis portan huipil tradicioal. Foto: Silvia Núñez Esquer, editada con IA | 
 
El lodo abundante que llena las calles del Poblado Miguel Alemán,
a 63 kilómetros de la “progresista” ciudad de Hermosillo, es como una estampa
detenida en el tiempo. Una alegoría permanente, donde no ha llegado ni el
pavimento, ni la modernidad que ha llenado de asfalto y cemento los espacios públicos comunes de Hermosillo, municipio de Sonora al que pertenece el Poblado Miguel
Alemán o Calle 12, como también se le acostumbra nombrar.
En Hermosillo, Sonora, 17.8 % de la población que habla
lengua indígena, son triquis, y 15.7% son mixtecos, según el censo poblacional
de INEGI de 2020. La población hablante indígena que no habla español constituye
2.08%. 
Mientras tanto, en el municipio de San Miguel de Horcasitas,
al que pertenece Pesqueira, donde también existe una comunidad triqui numerosa
y activa, 21.87% habla lengua indígena, de los cuales 59.8% habla zapoteco, y
15.3% habla triqui. La población hablante indígena que no habla español
asciende a 1.82%.
Esto fortalece la enorme importancia de las escuelas
indígenas en los poblados donde existen comunidades de grupos originarios que
cuentan con arraigo reconocido, como lo es la comunidad triqui de la Costa de
Hermosillo o Poblado Miguel Alemán.
De hecho, el 6 de junio de 2022 el Congreso del Estado de
Sonora emitió el decreto número 28, donde se da reconocimiento a indígenas
triquis, mixtecos y zapotecos asentados en la Comisaría Miguel Alemán, el
barrio Café Combate y “en donde quiera que vivan dentro del municipio de
Hermosillo”, con asentamiento y residencia habitual y permanente en el
municipio de Hermosillo, Sonora, dice el decreto.
De igual forma, incluye el reconocimiento de la comunidad
Tohono O’otham, con residencia habitual y permanente en el municipio de
Hermosillo, Sonora, la cual existe “desde antes de la Revolución Mexicana, como
comunidad oriunda de este municipio”.
El decreto precisa: “Decreto mediante el cual se reconoce a
las comunidades indígenas Tohono O’otham, Triquis, Mixtecos, y Zapotecos, con
asentamiento y residencia habitual permanente en los municipios de Hermosillo y
Magdalena, Sonora”.
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| Decreto Número 28, Congreso del Estado de Sonora | 
 
Desde el 16 de julio de 2025, fecha en que la comunidad
triqui del Poblado Miguel Alemán solicitó respetuosamente el cambio de director
en la escuela primaria indígena “Tomás Martínez Cruz”, se ha desatado una
notoria desinformación sobre los motivos de la petición, acompañada de una
campaña en redes sociales y en relaciones personales donde se incita a matar
y/o desaparecer a integrantes de la comunidad triqui de ese lugar. 
Sin importar que en México se conmemora el “2025, Año de la
mujer indígena”, ni que en el propio Poblado Miguel Alemán se erige una
escultura que honra a la mujer triqui, las amenazas e improperios, así como
exposición de imágenes de mujeres triquis en redes sociales, no ha cesado.
El 20 de febrero de 2022, el Instituto
Municipal de Cultura y Arte, IMCA de Hermosillo, colocó en la plaza central de
Miguel Alemán, la escultura de Darío Sotelo, con un costo de 650 mil pesos,
misma que permanece hasta la fecha. Así describió el acto:
“En honor a la comunidad Triqui que
habita en la costa de Hermosillo, el Instituto Municipal de Cultura y Arte
inauguró la obra ´Mujer Triqui´, escultura ubicada en la Plaza Central del
Poblado Miguel Alemán, que se suma a la Ruta Escultórica de la Entidad, en el
marco del Día Internacional de la Lengua Materna que cada 21 de febrero se
conmemora”. 
Si bien la discriminación étnica ha existido con
anterioridad, también es cierto que ha crecido exponencialmente a través de internet.
La campaña de odio, racismo y discriminación se ha dado principalmente en
publicaciones en redes sociales que claramente desprecian a la comunidad
triqui, asentada en Miguel Alemán, insultándolos, amenazándolos y exigiéndoles
que se regresen “a su tierra”, Oaxaca, no obstante que hay una gran proporción
de ellos y ellas que nacieron en Sonora.
 
Una petición no atendida
desata campaña de odio hacia triquis
Como se informa en los resultados del censo de población de
INEGI 2020, la comunidad triqui es una de las más numerosas en Sonora desde
aproximadamente cincuenta años atrás, según palabras de integrantes de la comunidad
triqui que recuerdan les contaron sus abuelos, madres y padres.
 
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| Primera petición a la SEC para cambio de director | 
 
El “Estudio
de la Población Indígena Migrante en la Costa de Sonora”, de la Comisión de
Desarrollo para los Pueblos Indígenas, CDI, de 2018, describe que la expansión
de la incursión jornalera agrícola, actividad principal de las comunidades
indígenas migrantes y asentadas en el lugar, se da al menos desde 1990, lo cual
se convierte a su vez en una pugna de intereses económicos.
“Este proceso de asentamiento también se nota en las comunidades
del poblado Miguel Alemán, y Estación Pesqueira en Sonora. En estas comunidades
se observa un fenómeno que ha empezado a adquirir relevancia en las comunidades
fronterizas esto es, el asentamiento de trabajadores agrícolas en predios
cercanos a las zonas agrícolas, conformando colonias y poblados en condiciones
precarias”.
En el aspecto cultural, triquis de la Costa de Hermosillo portan
el huipil típico de la vestimenta tradicional, principalmente las mujeres, así
como realizan eventos culturales donde reproducen la gastronomía, sus danzas,
fiestas tradicionales y otras actividades propias de su etnia.
Todo esto ahora está pausado, ya que vestir el huipil, que da la
identidad triqui, significa convertirse en un tiro al blanco para agresiones. 
Así lo describen mujeres madres de familia hoy intimidadas por
publicaciones en redes sociales, y en forma personal amenazantes, incluso de
darles muerte, sólo por ser triquis. Ellas narraron cómo han tenido qué tomar
otras precauciones al salir, ya que el orgullo de vestir como triqui, hoy en
día es de alto riesgo.
 
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| Escultura "Mujer triqui" el día de su inauguración. Foto: IMCA Hermosillo | 
Igualmente, las niñas y niños son objeto de burla y desprecio de
parte de otros compañeros de escuela, que repiten lo que escuchan en sus casas,
narrativas cargadas de racismo, discriminación y clasismo. “Las niñas ya no
pueden irse solas tranquilas a la secundaria o a la preparatoria, pues sabemos
que corren riesgo de ser agredidas”, es uno de los testimonios. 
Por su parte, maestras y maestros triquis también se ven relegados
de las decisiones, ante el director que ha provocado un conflicto ficticio entre
triquis y mayos, con la finalidad de desviar la atención del problema interno
que le involucra directamente, como lo es la petición de madres y padres de
familia de que él sea removido de esa escuela y que lo envíen a otra. 
Esto es por la falta de claridad en el uso de los recursos, por
llevar al frente de la escuela más del tiempo reglamentario, y por estar
provocando odio, al propagar que las personas triquis quieren desplazar a las
personas de la comunidad mayo, lo que desmienten rotundamente, ya que siempre
han tenido una relación cordial, como hermanos indígenas, que se consideran
ambos. 
 
El origen del conflicto 
En su primer oficio, dirigido a la Directora de educación indígena
de la Secretaría de Educación y Cultura, Laura Manuela Hernández Urzua, recibida
el 16 de julio de 2025, las autoridades tradicionales triquis exponen claramente que
el asunto es la solicitud para cambio de director. 
Firmado por padres de familia y miembros de las comunidades
indígenas mixteco bajo y triqui de Las Tres Cruces y la Nueva San Juan Copala,
le solicitaron que realizaran las gestiones necesarias para el cambio de director
José Rubén Yocupicio Romero, por motivos que se detallan en el mismo oficio. 
Las y los solicitantes expusieron que, durante años, la escuela de
sus hijos ha permanecido en estado de abandono debido a la falta de un
liderazgo comprometido y de una adecuada gestión administrativa que se encargue
de gestionar los recursos necesarios para la rehabilitación y mejora del
plantel. 
En su escrito denuncian que hace dos ciclos escolares se
recibieron recursos federales provenientes del programa “La escuela es nuestra”,
sin embargo, no se han observado avances ni mejoras significativas en la
infraestructura ni en los servicios. “Lamentablemente, el director actual ha
incurrido en prácticas irregulares, como la adquisición de facturas falsas y la
colusión con integrantes del CEAP en ciclos anteriores para desviar recursos”,
entre otras acusaciones.
Lo anterior se refleja en la carencia de equipamiento,
rehabilitación, techumbre, servicio de alimentación y ampliación de la escuela.
No existe rendición de cuentas, ni transparencia en el manejo de los recursos
federales ni estatales, asignados al plantel, aseguran.
En sus argumentos consideran que el director actual carece de la
capacidad para trabajar en equipo con la comunidad indígena, y el colectivo
docente en la mejora de la escuela. “Nunca consulta ni pide opinión, actúa de
manera autoritaria y mantiene un trato deficiente hacia los padres de familia”,
argumentan.
Como muestra de las irregularidades, detallan que: dio de baja en
el ciclo escolar 2019-2020 el programa de alimentación escolar de desayunos
calientes sin el consentimiento de los padres de familia; al 13 de julio no se
habían entregado los materiales destinados a la escuela como reposición tras un
robo; Se realizó la compra de una caseta escolar en condiciones muy
deficientes, sin consultar a padres de familia ni maestros en el ciclo escolar
2023-2024; Se excluye a la comunidad indígena y no los hace partícipes de las
actividades escolares.
No accede a entablar diálogo con las autoridades tradicionales de
la comunidad; ejerce hostigamiento laboral al personal docente; realiza un uso
y manejo del dinero obtenido de la venta de los desayunos escolares fríos, de
lo cual no rinde cuentas; y carece de disposición para tomar acuerdos en
conjunto con la comunidad escolar y demuestra incapacidad para resolver conflictos
dentro de la escuela, finaliza la lista.
En el oficio que lleva copia para el Secretario de Educación y
Cultura, Floylán Gámez Gamboa, piden que sea removido a otra escuela y que se
nombre a una persona capaz, y preparada para dirigir su escuela primaria indígena
Tomás Martínez Cruz. 
Lo grave de la situación, es que la petición no fue escuchada, por
lo que de nuevo la comunidad triqui se vio en la necesidad de dirigirse al gobernador
de Sonora, Alfonso Durazo, a quien le enviaron una petición el 19 de septiembre
de 2025, en el mismo sentido, exponiendo los antecedentes. 
En ese oficio brindan a Durazo Montaño una relatoría de los
momentos importantes que ha tenido su lucha, que ya consideran de atención
urgente, y le definen el asunto como “Solicitud de atención a la situación de
la Escuela Primaria Indígena Tomás Martínez Cruz y cambio de director”.
1.- 27 de junio 2025, asamblea en la escuela primaria, donde se
manifiestan las inconformidades
2.- 16 de julio 2025, entrega de oficio a la SEC “Solicitud de
cambio de director”
3.- 27 de agosto 2025, en reunión con personal de la SEC, se descalificó
a autoridades tradicionales generando falta de respeto hacia comunidades
indígenas.
4.- 8 de septiembre 2025, asamblea con madres y padres de familia,
y funcionarios de la SEC entre ellos     quien se presentó como el secretario particular del Secretario de
Educación Froylán Gámez, quien durante la reunión “siempre sostuvo una postura inapropiada
e irrespetuosa hacia las comunidades indígenas, debido a interrupciones
constantes a las autoridades tradicionales, desatendió a mujeres indígenas de
la comunidad, respondió en tono confrontativo, hizo comentarios despectivos y
discriminatorios por la forma de expresarse de las personas presentes, además
de interrumpir reiteradamente, realizar gestos irónicos y con lenguaje corporal
de confrontación, sin facilitar el diálogo de manera pacífica”.
Ante la nueva solicitud,  el 17 de septiembre pasado, se presentó el Secretario
de Educación y Cultura, Floylán Gámez Gamboa a las instalaciones de la escuela
primaria indígena, para posteriormente trasladarse a la Agencia Tradicional “Las
tres cruces”, donde sostuvo reunión con las comunidades indígenas, y donde se
acordó una investigación, la cual no se ha realizado, salvo algunas entrevistas
que llevó a cabo quien se presentó como el director jurídico de la SEC, al personal y a algunas madres
de familia. 
No obstante, la tardanza en resolver la situación del director, el
clima social de discriminación y racismo contra la comunidad triqui aumenta día
a día, generando miedo, terror, y hasta limitación a la libertad de tránsito y
de expresión. 
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| Mensaje desde perfil falso en redes sociales | 
Mientras la Secretaría de Educación y Cultura se toma su tiempo,
las vidas, sobre todo de las mujeres madres de familia y sus hijas e hijos,
están en peligro.