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Foto: Inmujeres |
La igualdad a la que aspiramos las
mujeres mexicanas implica ser concebidas –y por lo tanto tratadas-, como
agentes de cambio y no como un grupo vulnerable. “Implica ser consideradas con
todas nuestras especificidades”, sostuvo Lorena Cruz Sánchez, durante la
presentación del libro “El feminismo en mi vida. Hitos, claves y topías”,
escrito por Marcela Lagarde y de los Ríos. En Hermosillo, Sonora, la presidenta
del Instituto Nacional de las Mujeres señaló que las diferencias enriquecen
todos los ámbitos en donde transcurre la vida de las personas y muestran que
hay diversas maneras de ver, actuar y vivir una realidad, una situación o un
problema. Por ello –agregó-, la visión de la
diferencia como riqueza, como complementariedad, posibilita el diálogo y la
participación que eleva la calidad de las democracias.“Estoy segura de que
concebirnos como iguales, respetando nuestras diferencias permitiría la
erradicación de la violencia en las sociedades”, concluyó. La autora Marcela Lagarde y de los
Ríos afirmó que no existe respuesta única a enormes preguntas como ¿para qué
empoderar a las mujeres? Las repuestas están en la defensa de los derechos
políticos, educativos y de salud; en el derecho a la independencia y la
autonomía económica, a la libertad para elegir; en el derecho a la justicia y a
una vida libre de violencia para las mujeres y las niñas.
Jueves, 15 Enero 2015 14:43 Escrito por Susana Jaramillo
Hernández
Tomado de: Instituto Nacional de las Mujeres
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